Los hechos ocurrieron alrededor de las 17.00 horas de la tarde de este jueves, cuando una testigo alertó a la Policía local de que había presenciado cómo en el establecimiento el dueño había vendido material pirotécnico a varios menores.
Sin embargo, cuando los agentes se personaron en el local, el dueño negó vender este tipo de materiales, a pesar de lo cual, los agentes le recordaron que debía disponer de autorización para la venta de los mismos.
Alrededor de las 19.00 horas, los agentes volvieron a pasar por la zona y vieron en las inmediaciones del local a una docena de menores con petardos. Tras ser preguntados, los menores les respondieron que los han adquirido en dicho comercio, por lo que los agentes volvieron a entrar. En esta ocasión, el propietario les hizo entrega de los materiales de que disponía para su venta, más de un centenar de cajas de petardos y demás materiales que guardaba en el almacén.
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